Leyendas navideñas: nuestras costumbres navideñas
Diferentes costumbres nos llevan a vivir, cada vez con mayor prontitud por los centros comerciales, las fiestas de la Navidad.
Esta fiesta cargada de sentido en nuestra liturgia, también cargan de sentido nuestros hogares, centros de trabajo y nuestros pueblos, con tradiciones que, aún no sabiendo bien de dónde provienen, las seguimos manteniendo y con gran ilusión principalmente por los más pequeños.
Veamos un poco el sentido de algunas de estas costumbres:
Los antiguos germanos creían que el mundo y todos los astros estaban sostenidos pendiendo de las ramas de un árbol gigantesco llamado el «divino Idrasil» o el «dios Odín», al que le rendían culto cada año, en el solsticio de invierno, cuando suponían que se renovaba la vida. La celebración de ese día consistía en adornar un árbol de encino con antorchas que representaban a las estrellas, la luna y el sol. En torno a este árbol bailaban y cantaban adorando a su dios.
Cuentan que San Bonifacio, evangelizador de Alemania, derribó el árbol que representaba al dios Odín, y en el mismo lugar plantó un pino, símbolo del amor perenne de Dios y lo adornó con manzanas y velas, dándole un simbolismo cristiano: las manzanas representaban las tentaciones, el pecado original y los pecados de los hombres; las velas representaban a Cristo, la luz del mundo y la gracia que reciben los hombres que aceptan a Jesús como Salvador. Esta costumbre se difundió por toda Europa en la Edad Media y con las conquistas y migraciones llegó a América.
Poco a poco, la tradición fue evolucionando: se cambiaron las manzanas por esferas y las velas por focos que representan la alegría y la luz que Jesucristo trajo al mundo. Las esferas actualmente simbolizan las oraciones que hacemos durante el período de Adviento. Las esferas plateadas son oraciones de agradecimiento, las doradas de alabanza y las rojas de petición.
Se acostumbra poner una estrella en la punta del pino que representa la fe que debe guiar nuestras vidas.
Como he contado, esto es tan solo una leyenda. Podemos encontrar más en las siguientes páginas de internet:
arciprensa
wikipedia
google
Para aprovechar la tradición y seguirla viviendo, no olvidemos que el árbol no tiene por que ser natural, podemos usar árboles sintéticos, adornan igual y no favorecemos a la destrucción de nuestro planeta. Si es natural, no olvides después de plantarlo en un buen lugar y cuidarlo.
La imagen de Santa Claus, viejecito regordete y sonriente que trae regalos a los niños buenos el día de Navidad tuvo su origen en la historia de San Nicolás.
Existen varias leyendas que hablan acerca de la vida de este santo: "En cierta ocasión, el jefe de la guardia romana de aquella época, llamado Marco, quería vender como esclavo a un niño muy pequeño llamado Adrián y Nicolás se lo impidió. En otra ocasión, Marco quería apoderarse de unas jovencitas si su padre no le pagaba una deuda. Nicolás se enteró del problema y decidió ayudarles. Tomó tres sacos llenos de oro y en la Noche de Navidad, en plena oscuridad, llegó hasta la casa y arrojó los sacos por la chimenea, salvando así a las muchachas.
Marco, quien quería acabar con la fe cristiana, mandó quemar todas las iglesias y encarcelar a todos los cristianos que no quisieran renegar de su fe. Así fue como Nicolás fue capturado y encarcelado. Cuando el emperador Constantino se convirtió y mando liberar a todos los cristianos, Nicolás había envejecido. Cuando salió de la cárcel, tenía la barba crecida y blanca y llevaba sus ropajes rojos que lo distinguían como obispo; sin embargo, los largos años de cárcel no lograron quitarle su bondad y su buen humor.
Los cristianos de Alemania tomaron la historia de los tres sacos de oro echados por la chimenea el día de Navidad y la imagen de Nicolás al salir de la cárcel, para entretejer la historia de Santa Claus, viejecito sonriente vestido de rojo, que entra por la chimenea el día de Navidad para dejar regalos a los niños.
El nombre de Santa Claus viene de la evolución paulatina del nombre de San Nicolás: St. Nicklauss, St. Klauss, Santa Claus, Santa Clos.
Como he contado, esto es tan solo una leyenda. Podemos encontrar más en las siguientes páginas de internet:
arciprensa
wikipedia
google
Pero lo importante quizás sea que el ejemplo de San Nicolás, nos enseña a ser generosos, a dar a los que no tienen y a hacerlo con discreción, con un profundo amor al prójimo. Nos enseña además, a estar pendiente de las necesidades de los demás, a salir de nuestro egoísmo, a ser generosos no sólo con nuestras cosas sino también con nuestra persona y nuestro tiempo.
Nada para este mes
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